La gráfica de banderola representa la diferencia entre las tasas de natalidad (línea continua) y las tasas de mortalidad (línea discontinua), que da como resultado el crecimiento vegetativo (en sombreado).
El modelo de transición demográfico español se basa en el paso de una población con altos índices de natalidad y fecundidad a otra con tasas muy bajas. Las etapas descritas son las siguientes: primitiva (altas tasas de natalidad y mortalidad con débil crecimiento vegetativo); etapa de transición (empiezan a desaparecer las sobremortalidades debidas a la mortalidad ordinaria con una natalidad todavía alta, luego la mortalidad continúa en descenso y la natalidad empieza a recortarse); etapa evolucionada (bajas tasas de natalidad y mortalidad y crecimiento moderado)
ETAPA PRIMITIVA DEMOGRÁFICA
Duración: Alcanza hasta mediados del siglo XVIII, aunque todavía a finales del XIX padezcamos grandes epidemias, en los diecisiete primeros siglos de nuestra era, España pasa de 5,3 millones de habitantes a 7,5 millones, un crecimiento menor al de muchos países europeos.
Causas: Altas tasas de natalidad y mortalidad con débil crecimiento vegetativo, el largo período de la Reconquista, la colonización americana y la política de hegemonía europea con la sobremortalidad bélica. XVI: Superadas las guerras interiores y a pesar de las pérdidas de población de la primera colonización, es un siglo expansivo demográficamente gracias a las posibilidades económicas, sin embargo, a finales de siglo la crisis es ya patente. XVII: Regresión de nuestra población de 8 a 7,5 millones, causas: Tres épocas de epidemias de peste; La emigración a América; La expulsión de los moriscos; La sobremortalidad bélica; Malas cosechas (hambrunas). XVIII: La población española experimenta una expansión importante, de 7,5 a 11 millones, se habla de un crecimiento "hacia adentro" como consecuencia de la mejora de la economía y de la dieta del español.
ETAPA De TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA
Duración: La primera etapa llega hasta principios del XX, la segunda hasta 1970.
Causas: Hasta principios del siglo XX empiezan a desaparecer las sobremortalidades debidas a la mortalidad ordinaria con una natalidad todavía alta; desde entonces la mortalidad continúa en descenso y la natalidad empieza a recortarse.
Primera mitad del siglo XIX: La población española sigue creciendo a un ritmo similar al europeo-occidental, a pesar de la guerra de la Independencia, y de algunos períodos de hambre y de epidemias.
Segunda mitad del XIX: Se recorta el crecimiento anual acumulativo quedando reducido casi a la mitad del europeo, se debe a las oleadas migratorias a América mientras y las fuertes mortalidades como la del cólera (1885).
Primer decenio del XX: La mayoría de las regiones españolas se han incorporado ya a la transición demográfica, recortándose la mortalidad y empezando el recorte de la natalidad, la población alcanza los 18 millones en 1900.
Años 20: Se produce un cierto recorte en el crecimiento anual acumulativo provocado por la epidemia de gripe de 1918 y por la fuerte migración exterior.
Veinte años siguientes: La crisis económica del 29, la guerra civil y la posguerra, reducen el crecimiento acumulativo, sin embargo, el conjunto de la primera mitad del siglo XX supone un crecimiento anual superior al europeo azotado por las Guerras Mundiales. 1950-1970: La natalidad -muy por encima de la europea- consigue situar la tasa anual de crecimiento en valores altísimos,
ETAPA EVOLUCIONADA DEMOGRÁFICA
Duración: Es en los 60 cuando se produce la modernización de la sociedad española. Causas: Bajas tasas de natalidad y mortalidad y crecimiento moderado. 1970-81: Se recorta la natalidad y aún la mortalidad, además regresan los emigrantes entre 1970-75. 1981-1986:
Se redujo a la mitad el crecimiento acumulativo anual.
En el cambio de milenio: Se caracteriza por un crecimiento vegetativo débil, nulo o negativo consecuencia de la baja natalidad y elevada tasa de mortalidad por una población envejecida. Entre sus ventajas: crecen los recursos más que la población; la población activa no tiene que sostener una base ancha de jóvenes; la población elige los mejores puestos de trabajo. Inconvenientes: aumentan los gastos de los ancianos; disminuye la población activa y se acude a la inmigración con sus problemas añadidos; a largo plazo el país pierde vitalidad especialmente en los cuadros de mando (gerontocracia)
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