lunes, 29 de noviembre de 2010

Practica: la distribución de las precipitaciones en la España Peninsular.

De los distintos elementos del clima, la cantidad y el régimen de las precipitaciones son las que más contribuyen a la diversidad climática de la Península. Las lluvias originan regiones bioclimáticas muy contrastadas.
La disposición periférica de los relieves montañosos es responsable de la gran desigualdad en las cantidades de lluvia caída y del reparto estacional y por regiones. Las lluvias van disminuyendo de oeste a este y de norte a sur. Las mayores cantidades de agua se registran en el ángulo noroeste de la Península y las menores en el sudeste, que es el área más seca de toda Europa (Cabo de Gata).
La distinción entre la España Húmeda y la España Seca, separadas por las isoyeta de los 600 mm de lluvia anual, es el rasgo climático más importante.
La España Húmeda no tiene ningún mes seco aunque también en ella las precipitaciones registran los valores más bajos en verano. Los días con lluvia son al menos 160 al año pero con frecuencia superan esta cifra. A la España Húmeda pertenecen las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco y las grandes cadenas montañosas.
La España Seca ocupa la mayor parte del territorio. En ella las precipitaciones están entre los 300 y los 800 mm de lluvia anual pero lo normal es que no se alcancen los 550 mm. El verano es prácticamente seco en todos los lugares pero no dura lo mismo en todas las zonas. En Andalucía puede durar hasta seis meses. Los días con lluvia también varían mucho. En el Norte de la España Seca son unos 120, en Castilla y León 70 y en Castilla-La Mancha unos 55.
El límite señalado entre la España Húmeda y la España Seca es el de la España verde, de bosques y praderas y el de la España mediterránea que se extiende por las tres cuartas partes de la Península, donde la degradación climática origina una gran variedad de paisajes agrarios. Los contrastes más acusados son los que oponen el noroeste y el sudeste pero entre ambos se produce un cambio progresivo de la vegetación mediterránea. Hay un clima mediterráneo en la mayor parte del territorio que se continentaliza en las tierras interiores y un clima oceánico-templado en las zonas del norte y noroeste, pero los matices regionales son numerosos.
De acuerdo con la cantidad de lluvia anual y sintetizando el conjunto de variedades climáticas que se registran en la Península Ibérica, los tipos de clima son:

A.  
Templado húmedoSe puede denominar también templado oceánico y atlántico. Tienen este clima las zonas costeras del Atlántico y del Cantábrico. Se caracteriza por frecuentes cambios de tiempo, nubosidad frecuente, humedad alta y lluvias a lo largo de todo el año. Las temperaturas son suaves en invierno y moderadas en verano por lo que la amplitud térmica anual es corta.

B.   
Templado mediterráneo Su principal rasgo es la sequía de verano. Se distingue un clima mediterráneo de inviernos suaves (temperatura de enero por encima de 6º C) y un clima mediterráneo de inviernos fríos (temperatura de enero por debajo de 6º C).

1. Mediterráneo de inviernos suaves. Las lluvias son muy irregulares de un año para   otro y más bien escasas (400 a 600 mm). Son lluvias torrenciales y concentradas en muy pocos días y el verano es muy seco. La amplitud térmica es mayor que  la del clima templado húmedo porque los inviernos son más cálidos.
Este tipo de clima presenta muchos matices. Las temperaturas aumentan y las precipitaciones descienden en el sentido norte-sur desde Cataluña hacia Andalucía. La estación seca es más prologada en Cataluña que en Andalucía.
En Extremadura y en el valle del Guadalquivir las temperaturas del invierno son inferiores a las de las zonas costeras y las de verano más altas.
2. Mediterráneo de inviernos fríos o continental. Es el clima del interior de la Península degradado del clima mediterráneo del litoral. La continentalidad se manifiesta en una fuerte oscilación térmica anual, en temperaturas mínimas invernales que pueden alcanzar en Castilla-León los  8 grados bajo cero y en máximas de verano muy altas; en lluvias anuales escasas (300 a 600 mm), con mínimos muy acusados e invierno y verano, y en un número de días con lluvia entre 65 y 95.
En la Meseta hay dos zonas climáticas. Al sur del Sistema Central, en Castilla-La Mancha, la nieve es poco frecuente, el invierno breve y el verano largo y caluroso. En Castilla-León la nieve es más frecuente, los inviernos más largos y rigurosos y el verano corto. En el Valle del Ebro la continentalidad es mayor que en las dos Castillas: el clima es más caluroso que en ellas, las amplitudes térmicas son también mayores y la aridez más acusada.

C.   
Seco o áridoEste clima responde a una mayor degradación del clima mediterráneo. La escasez de precipitaciones permite individualizarlo respecto a los demás. La estación seca supera los nueve meses y los días con lluvia son muy pocos. La media anual de precipitaciones está por debajo de los 350 mm y los 120 mm del Cabo de Gata permiten hablar de área subdesértica. Las lluvias suelen estar asociadas a situaciones de gota fría en las que las lluvias se producen en muy pocas horas. Las temperaturas del invierno son muy suaves y los veranos calurosos y largos.
 

EL MAPA DE LA PRECIPITACIÓN MEDIA ANUAL SOBRE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Aún a pequeña escala, el mapa de isoyetas pone de manifiesto las principales características de la distribución de la lluvia sobre la península Ibérica.
En primer lugar la precipitación aumenta de forma bastante regular de sur a norte y es notablemente superior en la vertiente cantábrica que en la mediterránea.
Además, la lluvia aumenta con la altitud y, en cierta medida, el mapa pluviométrico refleja el mapa del relieve. En las depresiones orográficas, a sotavento de los vientos húmedos, las cantidades son relativamente inferiores.
La isoyeta de 700 mm. Puede tomarse como la frontera entre la España húmeda y la de veranos secos, aunque en esta última haya núcleos importantes con cantidades de lluvia por encima de los 700 mm. anuales.
Las áreas con más de 2.000 mm. de precipitación aparecen en el norte de Portugal, Galicia, cordillera Cantábrica y sistema Central, además de en la sierra de la Estrella y en la sierra de Ubrique.
El área más seca de la península, con totales anuales de lluvia que no llegan a 300 mm. se localiza en el sudeste, en cuyo litoral pueden no alcanzarse los 200 mm. Es posible que en Cabo de Gata registre la precipitación más baja de todo el continente europeo.
Característica destacada del régimen pluviométrico de la península ibérica es la diferencia entre las áreas con menos y más lluvia anual, en una relación de 1 a 25.
El mapa permite deducir que existe una gran deficiencia de lluvia en gran parte de la península y, a la vez, que existen áreas de gran pluviosidad próximas a zonas áridas lo que permite el desarrollo en éstas  de la agricultura de regadío.

Font Tullot, I,: Climatología de España y Portugal

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