Si se examina el significado que los totalitaristas adjudican a la expresión “democracia popular”, se verá que con ello denotan un tipo de autocracia.
Los líderes del pueblo, identificados con los líderes del partido gobernante, tienen la última palabra.Sus resoluciones, una vez decididas y aclamadas en una reunión del partido, tienen carácter definitivo.
Trátese de una norma, de una opinión, de una medida o de cualquier otro acto de gobierno, ello son el autokrator, el dirigente que sólo depende de sí mismo.
La dictadura totalitaria es, en cierto sentido, la adaptación de la autocracia a la sociedad industrial del siglo XX.
Las dictaduras totalitarias fascistas y comunistas se asemejan o, en todo caso, se parecen más entre sí que a cualquier otro sistema de gobierno, incluidas las fórmulas más antiguas de autocracia.L
La “esencia” del totalitarismo debe buscarse en el control total que ese régimen ejerce sobre la vida diaria de sus ciudadanos; más concretamente, del control que ejerce no sólo sobre sus actividades, sino también sobre sus pensamientos y actitudes.
“El criterio particular del gobierno totalitario es la violación rastrera del hombre mediante la perversión de sus pensamientos y de su vida social”.
“El gobierno totalitario es la idea, convertida en acción política, de que el mundo y la vida social son ilimitadamente transformables”. En comparación con esta “esencia”, la organización y los métodos, se afirma, son criterios de importancia secundaria.
Los procedimientos generados por este deseo de control total, esta “pasión por la unanimidad”, han evolucionado a lo largo del tiempo y han variado grandemente en las distintas etapas.
Tal vez hayan sido los comunistas chinos los que, con sus métodos de control del pensamiento, los hayan llevado más lejos, pero también fueron diferentes bajo Lenin y Stalin, bajo Hitler y Mussolini.
La verdadera diferencia específica, la innovación de los regímenes totalitarios, es la organización y los métodos que se han desarrollado y que aplican con ayuda de los modernos artificios de la técnica con el fin de resucitar aquel control total al servicio de un movimiento de motivaciones ideológicas, cuyo objetivo es la destrucción y la reconstrucción totales de una sociedad de masas.
La dictadura totalitaria surge como un sistema de gobierno destinado a realizar intenciones totalistas en unas condiciones políticas y técnicas modernas, como un tipo nuevo de autocracia.
La declarada intención de crear el “hombre nuevo” ha dado resultados significativos donde el régimen ha durado lo suficiente como en Rusia: la tendencia al control total, pese a que nunca logra tal control, produce efectos humanos altamente significativos…
“El criterio particular del gobierno totalitario es la violación rastrera del hombre mediante la perversión de sus pensamientos y de su vida social”.
“El gobierno totalitario es la idea, convertida en acción política, de que el mundo y la vida social son ilimitadamente transformables”. En comparación con esta “esencia”, la organización y los métodos, se afirma, son criterios de importancia secundaria.
Los procedimientos generados por este deseo de control total, esta “pasión por la unanimidad”, han evolucionado a lo largo del tiempo y han variado grandemente en las distintas etapas.
Tal vez hayan sido los comunistas chinos los que, con sus métodos de control del pensamiento, los hayan llevado más lejos, pero también fueron diferentes bajo Lenin y Stalin, bajo Hitler y Mussolini.
La verdadera diferencia específica, la innovación de los regímenes totalitarios, es la organización y los métodos que se han desarrollado y que aplican con ayuda de los modernos artificios de la técnica con el fin de resucitar aquel control total al servicio de un movimiento de motivaciones ideológicas, cuyo objetivo es la destrucción y la reconstrucción totales de una sociedad de masas.
La dictadura totalitaria surge como un sistema de gobierno destinado a realizar intenciones totalistas en unas condiciones políticas y técnicas modernas, como un tipo nuevo de autocracia.
La declarada intención de crear el “hombre nuevo” ha dado resultados significativos donde el régimen ha durado lo suficiente como en Rusia: la tendencia al control total, pese a que nunca logra tal control, produce efectos humanos altamente significativos…
Las características o rasgos básicos comunes a las dictaduras totalitarias son:
El “síndrome”, o modelo, de la dictadura totalitaria se compone de una ideología, un partido único encabezado por un solo hombre, una policía terrorista, un monopolio de las comunicaciones, un monopolio de las armas y una economía de dirección centralizada.
De éstos, los dos últimos se encuentran también en sistemas constitucionales: la Gran Bretaña socialista ha centralizado la dirección de la economía y todos los Estados modernos poseen el monopolio de las armas.
Estas seis características básicas que constituyen el patrón o modelo distintivo de la dictadura totalitaria, forman un conjunto de rasgos que se entrelazan y apoyan mutuamente, como es habitual en los sistemas “orgánicos”.
Todas las dictaduras totalitarias poseen los siguientes rasgos:
El “síndrome”, o modelo, de la dictadura totalitaria se compone de una ideología, un partido único encabezado por un solo hombre, una policía terrorista, un monopolio de las comunicaciones, un monopolio de las armas y una economía de dirección centralizada.
De éstos, los dos últimos se encuentran también en sistemas constitucionales: la Gran Bretaña socialista ha centralizado la dirección de la economía y todos los Estados modernos poseen el monopolio de las armas.
Estas seis características básicas que constituyen el patrón o modelo distintivo de la dictadura totalitaria, forman un conjunto de rasgos que se entrelazan y apoyan mutuamente, como es habitual en los sistemas “orgánicos”.
Todas las dictaduras totalitarias poseen los siguientes rasgos:
1) Una elaborada ideología, consistente en un cuerpo de doctrina oficial que cubre todos los aspectos vitales de la existencia del hombre, a la cual se supone que se adhieren, por lo menos pasivamente, todos los que viven en esa sociedad; es característico que esta ideología apunte y se proyecte hacia un estado final perfecto de la humanidad: es decir, contiene una pretensión milenarista, basada en el rechazo radical de la sociedad existente y la conquista del mundo para la nueva sociedad.
2) Un partido de masas único, que suele dirigir un solo hombre, el “dictador”, integrado por un porcentaje relativamente pequeño de la población total (hasta un 10 por 100), con un núcleo activista apasionado e incuestionablemente entregado a la ideología y dispuesto a ayudar de todas las maneras posibles a promover su aceptación generalizada; dicho partido se halla organizado de manera jerárquica y oligárquica, y suele controlar la burocracia gubernamental o mantener una relación de simbiosis total con la misma.
3)Un sistema de terror, físico o psíquico, ejercido a través del control del partido y de la policía secreta, que apoya al partido pero también lo supervisa para sus líderes, y dirigido, por lo general, no sólo contra algunos “enemigos” señalables del régimen, sino contra ciertas clases de la población elegidas más o menos arbitrariamente; el terror, sea de la policía secreta o de las presiones sociales dirigidas por el partido se basa en un empleo sistemático de los métodos de la ciencia moderna y, más específicamente, de la psicología científica.
4) Un monopolio tecnológicamente condicionado y casi completo, por parte del partido y del gobierno, sobre el control de todos los medios de comunicación de masas, como la prensa, la radio y la cinematografía.
5) Un control, también condicionado tecnológicamente y casi completo, del uso efectivo de todas las armas de combate.
6) Un control y una dirección centralizados de toda la economía, a través de la coordinación burocrática de entidades corporativas antes independientes, que también suele incluir a la mayoría de las demás actividades de asociaciones o de grupos.
El totalitarismo es particularmente visible en el área del armamento y las comunicaciones, pero también interviene en el terrorismo de las policías secretas, que depende de las posibilidades técnicamente avanzadas de supervisión y control del movimiento de las personas.
Además, una economía de dirección centralizada presupone mecanismos de información, catalogación y cálculo que sólo puede suministrar la tecnología moderna.
En suma, cuatro de las seis características están condicionadas por la tecnología. Para apreciar lo que los avances tecnológicos significan en términos de control político, piénsese sólo en el terreno de los armamentos.
La conversión de las masas que continuamente buscan la propaganda totalitaria mediante el empleo efectivo del monopolio de las comunicaciones no podría darse sin ellas..
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